Mitos y verdades sobre Transilvania
El castillo de Drácula (Pixabay)
Quién fue el Conde Drácula
A día de hoy, resulta complicado establecer a ciencia cierta qué es verdad y qué es leyenda. En el caso de Drácula, sabemos que el escritor Bram Stocker se inspiró en la figura del sanguinario Vlad el Empalador. Fue el príncipe de Valaquia (hoy el sur de Rumania) y pasó a la historia como “El Empalador ”por su forma brutal de castigar a sus enemigos.
El castillo de Drácula (Pixabay)
El Conde Drácula es uno de los mitos más importantes de Transilvania, pero no es el único. Tampoco está demostrado que Vlad III viviese en el famoso castillo de Drácula, construido en el siglo XIV y muy visitado por los turistas.
El Flautista de Hamelín
Otro de los mitos asociados a Transilvania es la historia del flautista de Hamelín. Cuenta la leyenda que los habitantes de esta ciudad alemana no conseguían controlar la invasión de ratas. Para librarse de los incómodos roedores, contrataran a un misterioso gaitero que, con su tono mágico, consiguió deshacerse de todos los roedores menos uno.
Historia del flautista de Hamelín (Pixabay)
Por esta razón, los habitantes del pueblo, ubicado en Baja Sasonia, no quisieron pagarle. Rabioso, el flautista tocó otra melodía con la que fue capaz de hechizar a todos los niños de Hamelín. Enloquecidos por la música, los pequeños murieron ahogados. Otra versión de la leyenda cuenta que saltaron de un acantilado.
Historia del flautista de Hamelín (Pixabay)
Según otras fuentes, los niños salieron de la cueva Vaghis, en Transilvania, y se establecieron en esta región. La única información comprobada es que hubo un flujo migratorio en los siglos XIII y XV entre la actual Alemania y esta región de Rumania, a pesar de la distancia. Pero este cuento tiene toda la pinta de ser uno de los mitos de Transilvania.